Alianza Lima, Universitario y Real Garcilaso disputan el Clausura. Los partidos de hoy serán decisivos para los compadres.
El domingo se definirá al campeón del Torneo Clausura. A falta de dos partidos, la tabla de posiciones está más que apretada. Real Garcilaso recuperó la punta el fin de semana, pero tiene a Alianza Lima pisándole los talones, a tan solo un punto de diferencia. Melgar y Universitario de Deportes también están en la pelea por lo que cada partido será una final.
Hoy a las 7 pm, Alianza Lima se medirá con San Martín y Universitario enfrentará al UTC en Lima.
Este viernes será el sorteo oficial para definir a los próximos rivales de Perú en Rusia 2018. Bélgica, Islandia y Panamá podrían estar en nuestro grupo, según simulación FIFA.
Apenas faltan dos días para el sorteo oficial del Mundial Rusia 2018 y la comitiva peruana ya está en Moscú. Los rivales que le tocará enfrentar a nuestra selección aún son un misterio pero, de acuerdo a la simulación de la FIFA, el equipo comandado por el 'tigre' Gareca enfrentaría a Bélgica, Islandia y Panamá. Revisa las jugadas más impactantes de los posibles próximos rivales de Perú en la fase de grupos.
Bruno Mars, el músico más exitoso de los últimos años, se alista llegar por primera vez a Perú en las próximas horas como parte de su gira "24KMagic".
El cantante y compositor arribará a la ciudad capital en su avión privado y deleitará a a la ciudad con clásico como "Just the way you are, "Nothin' on you", entre otros temas que recogimos de YouTube en la siguiente lista.
Segundo a segundo la comunidad virtual crece en cantidades importantes, por lo que no sorpresa que diversos medios de comunicación utilicen redes sociales, como Facebook o Twitter, para dirigir sus contenidos a un público cada vez más sediento de información.
No aplaudir ni silbar en las calles, portar tu pasaporte, no llevar dólares marcados... Estos y más consejos debes tener en cuenta si piensas viajar a Rusia.
La muerte de una adolescente en extrañas circunstancias podría complicar la participación del jugador Yordy Reyna en la Copa Mundial de Futbol Rusia 2018.
El próximo
aeropuerto de la capital azteca lo ha diseñado el arquitecto Norman Foster,
premio Pritzker 1999.
El 3 de setiembre del 2014,
el famoso arquitecto británico Norman Foster y el mexicano Fernando Romero,
yerno del magnate Carlos Slim, acudieron a la residencia oficial de Los
Pinos para describirle al presidente mexicano y a otros altos cargos cómo iba a
ser el nuevo aeropuerto del DF, que se convertirá en el más grande y
verde de Latinoamérica, y que requerirá una inversión inicial cercana a
los 10 000 millones de dólares (169 000 millones de pesos).
Foster y Romero son los responsables del diseño de este aeropuerto futurista,
puro simbolismo mexicano que representa al águila (el techo) y la serpiente (la
vía de acceso al complejo), imagen que aparece en la bandera mexicana
y que alude a la fundación de este país y a su pasado precolombino.
«Por su magnitud, diseño y beneficio
social, será el emblema del México moderno», dijo el mandatario Enrique Peña
Nieto ese día sobre el proyecto, la joya de la corona del ambicioso
plan de infraestructura mexicano cuyo fin es también reactivar su
alicaída economía con un buen chorro de dinero, unos 590 000
millones de dólares entre el 2014 y el 2018, que en su mayoría, el
63%, provendrá de las arcas públicas. «Queremos que México se eleve a
las nuevas alturas, atraer más turistas, más negocios, más ingresos», remachó
al día siguiente, el 4 de setiembre.
Norman Foster no es un advenedizo en
el diseño de terminales aéreos. Uno de los más recientes
trabajos del ganador del premio Pritzker de 1999, el equivalente del
Nobel en Arquitectura, es el Aeropuerto Internacional de Pekín,
que tiene la apariencia de un dragón. Foster también ha planificado
el aeropuerto de Amán, Jordania, el de Hong Kong,
el de Panamá, el de Kuwait, entre otros, aunque también ha
diseñado/imaginado desde puertos de cruceros (el Kai Tak) hasta
aviones para hombres de negocios (el Dassault Falcon 7x). Por el
trabajo de diseño, los despachos Foster + Partners, que encabeza el
británico, y Enterprise FR-EE, de Fernando Romero, casado con Soumaya
Slim, ganaron un contrato con el Estado mexicano por 99 millones de dólares.
«Hemos concebido un espacio cuya
estructura se vinculará con la esencia de nuestro pasado», dijo
Romero del proyecto. Por su lado, Norman Foster declaró que «México realmente
se ha apoderado de la iniciativa de invertir en su aeropuerto nacional,
comprendiendo su importancia económica y social, así como su planificación para
el futuro. No habrá nada que se le parezca en el mundo». Y añadió: «La
experiencia de los pasajeros será única». En el concurso de ideas,
el diseño de Foster y Romero venció a los de arquitectos
como Richard Rogers y Zaha Hadid, también premios Pritzker.
¿México necesita un nuevo aeropuerto?
La industria aeronáutica representa
el 3.4% del PIB mundial y da empleo a 58 millones de personas. En
términos monetarios, es más importante que la industria textil, la farmacéutica
y la automovilística pues mueve más de 600 millones de dólares
anualmente, y México se ha propuesto conseguir una parte mayor de ese
pastel. Además depersonas, la industria aeronáutica transporta el
35% de la carga mundial. El Instituto Mexicano para la
Competitividad, en un informe de agosto de 2014,
antes de hacerse pública la elección del diseño del nuevo aeropuerto,
reveló que el terminal aéreo ahora en funcionamiento «no está a la altura de lo
que el país y la ciudad requieren».
Del actual aeropuerto de la
ciudad mexicana más grande despegan y aterrizan alrededor de 400 000
aviones cada año, casi la misma cantidad que de los aeródromos de urbes
como Detroit, Miami o Nueva York, aunque más o menos el triple de los
que desencolan y descienden en la ciudad de Lima, y solo mueve unos
33 millones de pasajeros, la tercera parte de lo reportado por
el aeropuerto más congestionado del mundo, que es el de la
ciudad de Atlanta, aunque el doble de lo difundido por Lima
Airport Partners, empresa que administra el aeropuerto Internacional
Jorge Chávez. Además, el aeropuerto mexicano solo tiene seis vuelos
directos hacia ciudades de otro continente —Madrid, Barcelona, Roma,
Frankfurt, Londres, París y Ámstedan—, cuando el de Buenos
Aires, el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, tiene siete, a
pesar de que su tráfico de pasajeros no supera los diez
millones, diez el de Río de Janeiro y 18 el de San
Pablo.
Como el aeropuerto de Lima,
el de México DF está al borde de la saturación, acaso ya.
En horas pico, supera el máximo de su capacidad; de cada
diez vuelos programados, dos se retrasan. Los mexicanos entienden que el
abarrotamiento de su más importante aeropuerto podría
frenar el crecimiento económico del país, que depende mucho delos
inestables precios del crudo. Un estudio de York Aviation estima que
por cada millón de pasajeros que utilizan un avión, se generan 950
empleos entre directos e indirectos, y por cada mil empleos creados en la
industria aeronáutica nacen otros miles. Se calcula que el nuevo terminal aéreo
generará 160 000 empleos en la etapa deconstrucción y 600 000 en la de operación.
La saturación trae como consecuencia
un mal servicio, y la insatisfacción de la demanda aeroportuaria
puede reducir el PIB nacional entre un 2.5 y 3%, indica el estudio citado, y
del que el Instituto Mexicano de la Competitividad está muy al tanto.
México se siente superado y en verdad lo está. El actual aeropuerto no
permite despegues y aterrizajes simultáneos y eso, para el presidente Peña
Nieto, es «inaceptable».
El NAICM
El Nuevo Aeropuerto Internacional de la
Ciudad de México (NAICM) será financiado con recursos fiscales y
privados. El Ejecutivo mexicano dispone de unos 4 000 millones de dólares
para destinarlos al proyecto; el resto del dinero se captará de los
mercados «mediante créditos y emisión de bonos, mismos que serán
pagados con los recursos» que generen tanto el nuevo aeropuerto como
el actual, afirmó el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México,
empresa estatal responsable de construir, administrar, operar y
explotar el NAICM. Al NAICM lo han definido como un «proyecto transexenal», que
va más allá de las administraciones (el mandato de un
jefe de Estado mexicano dura seis años). Se realizará en etapas. La
primera de ellas contempla la construcción de una terminal,
una torre de control y dos pistas para despegues y aterrizajes
simultáneos, separadas por poco más de mil metros. Una vez puesta en
marcha esta fase inicial, en el 2020, el nuevo aeropuerto podrá
transportar a más de 50 millones de pasajeros anualmente.
Ahora bien, en su última fase (el aeropuerto crecerá conforme lo haga
la demanda, dicen documentos oficiales) contará con un total de seis pistas
para atender a 120 millones de viajeros y 1.2 millones de toneladas de carga
por año.
El Estado mexicano ha determinado que
el proyecto lo harán muchas empresas, como es lo usual en emprendimientos de esta
magnitud. Por ejemplo, la gerencia del proyecto está a cargo de Parsons
International, las pistas las diseñará la holandesa Netherlands Airports
Consultants, y así. En total, las autoridades licitarán 21 paquetes. Entre los
primeros en ser convocados aparecen el de trabajos de nivelación de terrenos
y los de cimentación del terminal, pero ya han sido solicitados
también los trabajos para la torre de control y su centro de control
(«Colocación de 492 pilotes de cemento y varilla con
dimensiones de 40 por 40 cm cada uno y longitudes desde los 16.5
hasta los 22.5 mts., para la Torre de Control»), los de instalación
del sistema eléctrico y de la construcción de la
subestación eléctrica, los de pavimentación de las pistas
2, 3 y 6 y, por último, los del terminal («La construcción de la
estructura del edificio terminal tendrá 21 columnas (foniles) en forma de embudo
y el envolvente se conformará de distintas cubiertas de aluminio
y vidrios cerámicos»). De los trabajos preliminares, queda aún en el
tintero la licitación de drenajes pluviales y sanitarios.
Las instalaciones del nuevo aeropuerto serán
montadas en los terrenos propiedad del gobierno federal, en la zona del otro
lago de Texcoco, que tiene una superficie de 12 500
hectáreas, de las cuales serán utilizadas 4 430, a unos diez
kilómetros del que existe actualmente. El Texcoco se expande al oriente del DF,
por los municipios de Atenco, Ecatepec y Texcoco, en el Estado de México.
En esta zona comenzaron los trabajos de movimiento de tierras
en 2015. Es un territorio con una rica diversidad ecológica, en la que se han
rescatado, al 20 de julio de este año, según el último
documento hecho público, unos 27 804 ejemplares de flora de siete
especies, que han sido reubicados en un vivero, y unos 545 especímenes de fauna de 23
especies; de todas ellas se han mapeado sus nidos y madrigueras.
También se ha determinado la existencia de 183 especies de aves,
entre acuáticas y terrestres, cuyos movimientos son supervisados y, por último,
se han plantado 55 491 árboles en la zona del extinto lago de un
total de 265 540 programados. En los alrededores de este
espacio también se ha planificado la construcción de la Universidad
Metropolitana de Aeronáutica y Aviación.
El NAICM será el primer aeropuerto en
Latinoamérica con una huella neutral en carbono y el primero en el mundo en
alcanzar la certificación LEED Platinum. Su energía tendrá su origen en fuentes
renovables y el 70% del agua que utilizará provendrá de sus 24 plantas de tratamiento.
Asimismo, este proyecto ampliará la zona de bosque en la zona (este
será «más grande que las tres secciones del Bosque de Chapultepec
juntas», dice el comunicado del Grupo Aeroportuario de la
Ciudad de México). Una vez puesto en marche el NAICM, el actual aeropuerto del
DF será transformado en un espacio residencial, en el que se construirán
escuelas, hospitales, plazas públicas y amplios jardines.
Para el 2030 la industria aeronáutica
atenderá a 6 000 millones de pasajeros, dijo en 2014 la Aviation
Benefits Beyond Borders; hoy atiende a la mitad. Para ese entonces, y desde
mucho antes, México será un país moderno.